Podemos imaginar a Dios con forma y sin forma. Pero durante tu meditación, lo mejor es pensar acerca del Supremo como un ser humano. El principiante debiera siempre meditar en el Dios personal. De otro modo, si tratas de ver a Dios en su aspecto impersonal, te confundirá su inmensidad. Así que comienza con el Dios personal y de ahí puedes ir al Dios impersonal.
Puede ser que hoy seas un principiante en la vida espiritual, pero no sientas que serás siempre un principiante. En un momento dado todos hemos sido principiantes. Si practicas la concentración y la meditación regularmente, si eres verdaderamente sincero en tu vida espiritual, progresarás de seguro. Lo importante es no desalentarse. La realización de Dios no viene de la noche a la mañana. Si meditas regularmente y devotamente, si puedes llorar por Dios como un niño llora por su madre, entonces no tendrás que correr hacia la meta. No, la meta vendrá, se presentará frente a tí, y te reclamará como suyo, totalmente suyo.
Meditación: La Perfección del Hombre en la Satisfacción de Dios por Sri Chinmoy.