La respiración es la esencia de nuestra vida. También es un gran misterio. La inhalación es cómo comienza nuestra vida y la exhalación, cómo termina. Es un mecanismo básico que alimenta nuestras células con oxígeno y le da vida. La respiración está con nosotros todo el tiempo y es nuestra necesidad básica. Todos seguimos respirando, pero ¿quién respira conscientemente? La respiración es tan natural y espontánea que no le prestamos atención, o incluso olvidamos que estamos respirando. Pero nuestra vida depende de la respiración mucho más que de cualquier otra cosa. Entonces, ¿cómo es que no le prestamos atención?
La respiración ocurre por sí sola sin esfuerzo consciente. El centro nervioso de la respiración se encuentra en el bulbo raquídeo (parte inferior del tronco encefálico). A partir de ahí se dirige junto con otros procesos vitales. La vida de cada célula en nuestro cuerpo depende directamente de la cantidad de consumo de oxígeno. Si no hay suficiente, la vida útil de cada célula se acorta rápidamente, por lo que podríamos decir que cuando respiramos adecuadamente vivimos adecuadamente. Aunque la naturaleza creó el sistema de respiración para nosotros de tal manera que no tengamos que preocuparnos por ello, podemos mejorar y profundizar nuestra respiración a través de diferentes ejercicios, y así mejorar también nuestra energía vital.
La gente descubrió el poder de las técnicas de respiración hace mucho tiempo y se dio cuenta de su potencial. Estos se observan no solo como herramientas para calmar la mente, las emociones y el cuerpo, sino también como una puerta para mejorar, o incluso para alcanzar el objetivo final del yoga: la unión con nuestra parte más elevada, Dios. Mediante la práctica regular de concentración en nuestra respiración y realizando ejercicios de respiración, podemos curar no solo nuestra mente, emociones y cuerpo, sino también revelar nuestra realidad interna.
Entonces, ¿cómo empezar? Cuando comenzamos, es bueno encontrar un lugar tranquilo en algún lugar de nuestra casa. Podemos quemar un incienso o encender una vela. Con respecto a nuestro cuerpo, la posición es importante. La columna vertebral debe estar recta y hacia arriba y el cuerpo relajado. Si el cuerpo se relaja, se vuelve más receptivo. No se recomienda concentrarse o hacer ejercicios de respiración mientras está acostado porque es muy fácil caer en el mundo del sueño. Es mucho mejor sentarse en una posición de loto o con las piernas cruzadas o simplemente sentarse en una silla. Hay muchos ejercicios de respiración, pero te compartimos dos de ellos.
EJERCICIO # 1 – CONOCIENDO LA RESPIRACIÓN
Cuando te sientes a meditar, intenta respirar lo más lento y silencioso posible, de modo que si alguien coloca un hilo pequeño delante de tu nariz no se mueva en absoluto. Y cuando exhales, intente exhalar aún más lentamente de lo que inhaló. Si es posible, deje una breve pausa entre el final de la exhalación y el comienzo de la inhalación. Si puedes, conten la respiración por unos segundos. Pero si eso es difícil, no lo hagas. Nunca hagas nada que te haga sentir físicamente incómodo durante la meditación.
EJERCICIO # 2 – ENERGÍA CÓSMICA
Siente que no estás respirando aire, sino energía cósmica. Siente que cada vez que respiras entra una energía cósmica tremenda y que la vas a usar para purificar tu cuerpo, vital, mente y corazón. Siente que no hay un solo lugar en tu ser que no esté siendo ocupado por el flujo de energía cósmica. Está fluyendo como un río dentro de ti, lavando y purificando todo tu ser. Luego, cuando esté exhalando, sienta que está exhalando toda la basura dentro de usted, todos sus pensamientos no divinos, ideas oscuras y acciones impuras. Cualquier cosa dentro de tu sistema que llames no divina, cualquier cosa que no quieras reclamar como propia, siente que la estás exhalando.
Si deseas aprender a respirar mejor o aprender otros ejercicios, puede unirse a nuestras clases de meditación. Como parte de estas clases también se habla de la respiración, como parte fundamental de los cursos.
